Hasta la semana pasada, solo 16 municipios del departamento habían celebrado convenios de prestación de servicios con los cuerpos de bomberos municipales, a pesar de que esta es una obligación consagrada en la ley 1575 del 21 de agosto de 2012.
El tema es de honda preocupación para el vocero del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, capitán Álvaro Farfán, quien considera una irresponsabilidad la falta de acción de los burgomaestres cundinamarqueses. Farfán agrega además que este servicio esencial no se puede omitir “en un momento en el que se está atravesando el segundo pico de la pandemia, con una temporada de bajas precipitaciones, con la aparición constante de incendios forestales y sin contar con las otras emergencias o actividades misionales que los Cuerpos de Bomberos deben cumplir”.
Aún faltan 97 administraciones municipales por concretar esos convenios que son obligatorios por ley. La propia norma es clara al señalar que si no se cuenta con cuerpo de bomberos se puede organizar un servicio con voluntarios. “Si no se generan estos convenios de una manera oportuna, mucho de nuestro personal que está en operación va a estar expuesto, pues no va a tener todo lo que establece la norma, como es el tema de seguridad social cuando van a afrontar este tipo de situaciones”, señaló el funcionario.
Cabe resaltar de que de los 116 municipios de Cundinamarca, solo 84 tienen cuerpos de bomberos, de los cuales únicamente en Soacha, Girardot y Cajicá son de carácter oficial, es decir que allí el Estado asume directamente la prestación del servicio correspondiente.
