En el marco de una reunión de urgencia del Consejo Departamental del Riesgo de Desastres de Cundinamarca (CDGRD) el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, declaró la alerta roja en el territorio departamental. Además se decretó la calamidad pública en los municipios de Sasaima, Caparrapí, Tena, Fusagasugá, Anolaima y Suesca debido a los deslizamientos, derrumbes e inundaciones generadas por las copiosas lluvias de esta semana. Se estima que las fuertes precipitaciones tengan que ver con el recrudecimiento del fenómeno meteorológico denominado La Niña.
García confirmó que “luego de realizar el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, hemos decido declarar la alerta roja en Cundinamarca como respuesta a las afectaciones presentadas por lluvias en 47 municipios, seis de los cuales se han declarado en calamidad pública. Desde la administración departamental seguiremos el protocolo y extremaremos medidas para atender a la población afectada”.
Las seis poblaciones declaradas en calamidad pública son atendidas por una sala de crisis que estará pendiente las 24 horas de la evolución de las lluvias y las afectaciones que vayan dejando. Igualmente, se brindará la atención necesaria a los damnificados por la temporada invernal según sean sus necesidades urgentes y de acuerdo a las competencias de las distintas secretarías e instituciones del departamento.
La directora de la Unidad Administrativa Especial de Gestión del Riesgo De Cundinamarca (UAEGRD), Gina Herrera, hizo una invitación a todos los actores del sistema de alertas del departamento para que estén listos a activar todos los protocolos y así poder llegar con ayudas a cada cundinamarqués que se haya visto afectado por las inundaciones.
En 47 municipios del departamento se determinó declarar la alerta naranja. Para ello se alistarán los protocolos de atención de urgencias por parte de la UAEGRD y del CDGRD para responder a cualquier eventualidad causada por el fuerte invierno. El resto de municipios estarán en alerta amarilla y serán permanentemente monitoreados por la UAEGRD para prestarles atención inmediata en caso de que lo necesiten si se recrudecen las lluvias.