La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lanzó una alerta ambiental por la proliferación del caracol africano gigante, una especie invasora que está en la lista de las 100 más dañinas del mundo para la Unión Internacinal para la Conservación de la Naturaleza.
Jesús Humberto Patiño, director de la regional Tequendama de la CAR, manifestó al respecto: “En Cundinamarca existe una proliferación de este caracol africano, principalmente en las regiones del Alto Magdalena, Sumapaz, Tequendama, Gualivá, Bajo Magdalena y Rionegro”.

El caracol africano se introdujo ilegalmente en Colombia. Fue traído para aprovecharlo como productor de baba de caracol, un producto natural estético que estuvo de moda hace varios años en el país. En muchas naciones del mundo es considerado una plaga por su impacto negativo en los ecosistemas y cultivos. También es una amenaza sanitaria puesto que cobijan en sus fibras musculares nematodos y parásitos que pueden provocar peligrosas enfermedades en los seres humanos como la meningoencefalitis y la angiostrongiliasis abdominal.
El problema con este dañino molusco es que es muy adaptable ya que se puede alimentar de muchas especies vegetales, de carne en descomposición y hasta de excrementos. Según Patiño, el caracol africano “puede sobrevivir en todos los climas, tiene hábitos nocturnos y crepusculares. Produce varias tandas de huevos fértiles, hace posturas entre 100 y 400 huevos, con un máximo de posturas de 1.200 al año; además los huevos pueden permanecer en latencia por largos períodos para luego eclosionar cuando las condiciones sean favorables”.
Las autoridades ambientales invitan a la comunidad a avisar de la presencia de este animal en las oficinas regionales de la CAR o al correo electrónico epidemi.agricola@ica.gov.co. Tenga en cuenta que para identificarlo el cuerpo del caracol es de color café oscuro, su piel es gomosa, tiene una concha de tonos cafés ordenada en franjas, posee cuatro antenas, dos cortas y dos largas, y su tamaño puede oscilar entre los 8 y los 15 centímetros, aunque se conocen ejemplares que han llegado a los 20.
Se recomienda a la comunidad que siga las siguientes recomendaciones:
– No toque, ni manipule el animal con las manos desprotegidas.
– Haga una adecuada disposición de los residuos orgánicos.
– Mantenga jardines, pastos y parques podados.
– No transporte ni comercialice estos animales.
– Lave con agua potable los alimentos que va a consumir.
– Enseñe a sus hijos los peligros de esta especie y cómo reconocerlos.
– Reporte su presencia ante la autoridad más cercana.