El Ministerio del Medio Ambiente, en compañía de otras autoridades ambientales, determinó el cierre de dos centros de rehabilitación de fauna que estaban funcionando en Cundinamarca. Uno es el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR), ubicado en Mesitas del Colegio; el otro es el Centro de Rehabilitación de Especies de Alta Montaña (CREAM), localizado en Guasca. Ambos centros eran operados por la Fundación Bioandina.
Una investigación adelantada por el MinAmbiente encontró que estos sitios de rehabilitación no estaban cumpliendo con las normas y la reglamentación ambiental nacional. Las denuncias sobre las malas condiciones en que se encontraban estos animales fueron hechas públicas por el portal Natural Press y Juan Carlos Losada, representante a la Cámara.
Entre las irregularidades encontradas el informe del Ministerio señala que solo había un médico veterinario para ambas sedes. También fueron hallados medicamentos vencidos, comida en descomposición, malas condiciones de encierro y hacinamiento de las especies que se encontraban allí. La Corporación Autónoma Regional del Guavio (Corpoguavio) contrató los servicios de la Fundación Bioandina e informó que en 2020 entregó más de 245 millones de pesos a esa fundación para que fueran invertidos en el cuidado de los animales a su cargo. La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) también solicitó los servicios de Bioandina.
El director general de Corpoguavio, Marcos Urquijo Collazos, aseguró que después de conocer los hallazgos hechos por el Ministerio del Medio Ambiente procedió el pasado mes de diciembre a firmar un convenio por 900 millones de pesos con la CAR Cundinamarca con el fin de garantizar la atención y rehabilitación de las especies de fauna que se encontraban en riesgo. Los animales que se hallaban en el CAVR de Mesitas del Colegio lugar fueron trasladados al CAVR localizado en la vereda Las Mercedes, en el municipio de Tocaima.

Por ahora falta determinar el destino que tengan los nueve osos de anteojos que se encuentran en el CREAM de Guasca. Urquijo informó que ya se está hablando con otras corporaciones regionales para que los reciban; los que puedan ser liberados serán puestos en ecosistemas aptos para su supervivencia. Al cierre de esta publicación se intentó hablar con Orlando Feliciano, directivo de Fundación Bioandina, pero no fue posible hablar con él.