Cundinamarca es un departamento que goza de una buena cantidad de fuentes grandes de agua, unas naturales, otras artificiales. Entre las segundas están embalses como el del Sisga, Tominé, Neusa o La Regadera. Pero los naturales son los que están bajo fuerte presión del hombre y están a punto de desaparecer. La Laguna de Fúquene es una de esas fuentes y actualmente la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) está trabajando en su recuperación. Pero otra muy importante es la Laguna de Suesca, la cual se está convirtiendo en un paisaje de tierra reseca y agrietada pues no tiene doliente alguno que la salve.
Quien lanzó la primera alerta fue el periodista Guillermo Prieto Larrota, más conocido como ‘Pirry’. Él fue quien lanzó la llamada de auxilio para salvar la laguna a través de su cuenta de Twitter, en la que publicó un pequeño video en el que, sin palabras, muestra la cítica situación que atraviesa este importante espejo de agua del departamento.
Para la CAR la situación se debe a los cambios de clima que se están sintiendo por todo el planeta, como lo afirma Humberto Hernández Roa, coordinador de la red de monitoreo de la corporación: “Esto es netamente climático. Si las precipitaciones no se presentan de una manera voluminosa es muy difícil recuperarla. Nosotros tenemos evidencias de que cuando en la zona llueve, la laguna da una respuesta positiva”.
Orlando Moreno, vecino de la laguna, lamenta que se produzca este desastre ambiental, pues siempre ha sido un atractivo turístico que aprovechaban los habitantes de Bogotá y de otras zonas del país. “Alrededor de la laguna hay restaurantes, hospedajes, sitios de camping que se verán afectados si desaparece la laguna. Sin laguna no hay visitantes y se cae la economía de muchas familias de los alrededores”, señaló Moreno.

Sin embargo la crisis de falta de agua en esta laguna no es similar a como sucede en la de Fúquene, donde el hombre le ha ido quitando terreno a la laguna para ampliar sus zonas de cultivo. La alcaldesa de Suesca, Zully Quilaguy, reconoce que cerca de la laguna hay cultivos que toman recursos hídricos de la misma, pero no como para afectar fuertemente el volumen de las aguas.
El problema de la laguna de Suesca radica en que no tiene afluentes, quebradas o ríos que la alimenten. Depende exclusivamente de las precipitaciones para su llenado. Lo que sí se puede hacer es implementar algunas acciones que permiten cuidar mejor este espejo de agua, pues actualmente la laguna carece de un manejo ambiental para cuidar el recurso hídrico. En este sentido la alcaldesa Quilaguy asegura que “vamos a adelantar varias acciones para hacer la recuperación. No será un proceso fácil, durará 30 años. Por eso necesitamos el apoyo del Ministerio de Ambiente y el departamento. Vamos a presentar dos proyectos para ver si podemos inyectarle dinero a la adquisición de predios para la conservación de la zona”.
Por lo pronto se esperan los resultados definitivos de la visita que realizó hace pocos días la CAR a la Laguna de Suesca. De ese informe depende que las administraciones local, regional y nacional den los pasos acertados hacia la recuperación definitiva de este tesoro hídrico de Cundinamarca.