En el turismo mundial hay una nueva tendencia que rápidamente ha tomado auge. Es el denominado ‘glamping’. Esta palabra viene de la fusión de otras dos: glamour y camping. Esta modalidad de turismo consiste en disfrutar de todas las comodidades propias de un prestigioso hotel de cadena en medio de un campamento al aire libre en el que se pueda disfrutar del aire puro, los sonidos de la naturaleza y el paisaje.
Luisa Fernanda Aguirre, gerente del Instituto Departamental de Cultura y Turismo (Idecut), es una de las principales promotoras de este modo de turismo, más en esta época de pandemia. Para Aguirre el turismo de ‘glamping’ es muy atractivo en estos momentos porque las personas quieren salir de su encierro y disfrutar de la naturaleza, pero en condiciones confortables y con los debidos protocolos de bioseguridad. Precisamente, el ‘glamping’ favorece el hospedaje en sitios ventilados, limpios y amplios, permitiendo el distanciamiento social entre grupos familiares.

“Es de destacar cómo ha aumentado la demanda de este tipo de hospedajes en el departamento. Tenemos información que nos arroja una ocupación total de estos sitios, por lo menos, hasta el mes de marzo de 2021. Esta es una importante apuesta para la reactivación de la industria del turismo en Cundinamarca”, aseveró Aguirre.
El departamento ofrece una amplia variedad de hospedajes con glamping a buenos precios y en diferentes climas; desde el piso térmico frío con ofertas de hospedaje en La Calera o Guatavita, pasando por el clima templado como en San Francisco o La Vega, hasta llegar al calor de municipios como Anapoima o Girardot.
El Idecut tiene distribuidas de acuerdo al interés de los viajeros, una serie de rutas que permitan a los visitantes disfrutar de variados planes turísticos y diversas actividades. La primera es la Ruta del Río, con destinos temáticos sobre agroturismo, avistamiento de aves, turismo ambiental, biciturismo y turismo cultural e histórico. La integran los municipios ubicados en la vía Soacha – Girardot, además de algunos de la provincia de Tequendama, entre otros.
Otro destino es la Ruta de El Dorado, con la posibilidad de vistar numerosos sitios de interés histórico y cultural. Esta ruta se desarrolla en municipios de las provincias de Sabana Norte y Sabana Centro, como Nemocón, Zipaquirá o Chía.
También se encuentra la Ruta del Agua, la cual se especializa en visitas pedagógicas a granjas y en la enseñanza del ecoturismo. Tiene como foco los municipios de Fúquene, Guasca, Choachí, Ubalá y La Calera, entre otros.
Finalmente, está la Ruta del Dulce y la Aventura, que implica la visita de destinos gastronómicos o de deportes extremos como canopy, ciclomontañismo o trekking. Se desarrolla alrededor de poblaciones como La Vega, Nimamima, Villeta, Nimamima y puerto Salgar, entre otros.